Mesomaérica, la cuna de la civilización americana. En una región que comprende hoy conco países (México, Belice, Guatemala, Honduras y San Salvador) floreció el llamado Mundo Maya, un fascinante complejo de culturas que desaparecieron en el ambiente hostil de la selva tropical. Detrás de sí dejaron cientos de ruinas monumentales.
Los orígenes de las más antiguas tribus mayas se pierden en la oscuridad de las leyendas. Los manuscritos indígenas del siglo XVI han perdido todo recuerdo de la primitiva localización geográfica maya.
En el periodo clásico (200 a.C. - 900 d.C.) es cuando los mayas alcanzan su apogeo. En este tiempo son construidos, entre otros, del 200 a.C. al 750 d.C., Teotihuacán - a 60 kilómetros de la actual Ciudad de México - uno delos mayores y más enigmáticos centros, cuya influencia se extiende hasta Guatemala. En el altiplano de Chipas y Guatemala, y en los valles del Petén existen cuidades mayas. Honduras, Guatemala y México conocen su mayor esplendor entre el siglo VI y el siglo VIII de nuestra era. Todas ellas notables por su arquitectura, sus relieves, sus pinturas murales, sus altares y su cerámica.
En este periodo también se desarrolla la astronomía, las matemáticas y los cómputos calendáricos y una escritura jerogliífica, hasta hoy todavía no descifrada totalmente. El poder político es ejercito por la casta sacerdotal.
A mediados del siglo IX las tierras, por conflictos bélicos o por cambios climáticos, fiebres o epidemias hicieron inhabitables aquellas regiones y los centros de culto y de población fueron abandonados.
El Monte Albán se convierte en el principal centro cultural de los zapotecas. Sobre 1.200 d.C. los mixtecas se apoderan de Monta Albán y de la no lejana Mitla y dominan el valle Oaxaca hasta la conquista del mismo por los aztecas a finales del siglo XV.
A principios del período Postclásico aparece la influencia tolteca, el culto a Quetzalcóatl y comienzan a construirse nuevos centros.
Hacia 1450 comienza el declive de la cultura maya. Pararán todavía casi 17 años hasta que los primeros españoles pisen tierra mexicana. En 1517 fue la primera expedición a las costas mexicanas, al mando del capitán Francisco Hernández de Córdoba. En 1521 el caudillomexica Cuauhtémoc (águila que desciende) es capturado por las tropas de Hernán Cortés, que desde hacía tres meses y medio sitiaba Tenochtitlán, la gran capital del imperio azteca, que quedó completamente destruida.
Tenochtitlán era una localidad lacustre edificada sobre una isla del lago de Texcoco, una ciudad que también asombró a los españoles. Cortés poseía mejores armas y, sobre todo, el auxilio de treinta milaliados indígenas, ansiosos de librarse de los aztecas.
Todavía hoy, en el centro de Ciudad de México, encontramos ruinas prehispánicas. En algunas regiónes el grupo lingüístico maya es todavía el habla nativa predominante. Chipas y los altos de Guatemala constituyen en la actualidad el bloque étnico indígena más grande de América. El pueblo maya conserva ciertas características muy particulares: es uno de los pueblos más bajos de la región, con un promedio de altura del hombre de 155cm, y 124cm para la mujer. Los mayas suelen tener ojos marrones, pelo negro y fuerte. El color de la piel es diferente de una región a otra, si bien predomina el marrón oscuro. La cara es más ancha con la nariz aguileña en Yucatán, y más angosta con la nariz chata en Los Altos. Existe una gran cantidad de elementos que les emparentan no sólo con los grupos de Mesoamérica, sino con un tronco amerindo de fuerte influencia asiática. Así lo sugieren los ojos rasgados, el color de la piel, el cabello negro y lacio, la escasez de vello facial y la "mancha mongólica" en la base de la columna vertebral.
Los expertos coinciden en la existencia de 24 lenguas mayas. Hoy las tribus indígenas no forman una unidad cultural o política.
Antes de la llegada de Cristóbal Colón los pueblos que vivían en el Nuevo Mundo habían alcanzado altos niveles de civilización. En territorios del actual México, Guatemala y Honduras, los mayas habían creado una de las culturas más originales de América. Su máximo desarrollo coincidió con la caída del imperio romano, el año 476 d.C.
Los mayas eran buenos matemáticos (fueron inventores del cero) y astrónomos y tenían un calendario muy exacto. La religión y los sacerdotes desempeñaban un importante papel en la vida de la colectividad. Además los mayas construyeron magníficos templos en México y Guatemala.
Fueron una antigua civilización. Su imperio se había extendido hasta Belice, El
Salvador, Guatemala, Honduras y el sureste de México.
Habían desarrollado grandes conocimientos de astronomía y matemáticas.
Inventaron un calendario muy preciso y construyeron complejos observatorios
astronómicos. Fueron excelentes artistas y arquitectos. Pintaron los templos y
palacios con sus colores sagrados: rojo, azul, amarillo y verde.
Los sacerdotes mayas estudiaban los misterios del cosmos. Vivían en gigantescos
templos de piedra
Tulum y Chichén Itzá fueron centros ceremoniales y de cultos.
Tulum es una fortaleza totalmenta amurallada construida sobre un acantilado,
dominando al mar.
Chichén Itzá está en la selva de Yucatán, en el sureste de México. Allí hay una
pirámide dedicada a Quetzalcóatl, el dios de los mayas. Se representa como una
serpiente con plumas. La pirámide tiene 365 escaleras, tantos como días tiene el
año. En primavera y otoño, al atardecer, la luz del sol crea sobre las escaleras una
sombra larga en forma de serpiente.
A mediados del siglo XV, los aztecas eran el pueblo dominante en el territorio que hoy se llama México. En 1325 los aztecas habían construido la ciudad de Tenochtitlán en medio de una laguna en la zona central de México.
Los aztecas eran un pueblo guerrero, gobernado por un emperador. Cuando capturaban prisioneros los sacrificaban a sus dioses y ofrecían la sangre al dios del sol para que se moviese en el cielo.
Los sacerdotes tenían un gran poder ya que gracias a sus calendarios podían señalar el tiempo adecuado para sembrar y cosechar.
Según la leyenda, los aztecas tuvieron que emigrar de sus territorios en el norte del país. Cuando llegaron al lago Texcoco, vieron en una isla de aquel lago un águila con una serpiente en sus garras. En aquella isla fundaron en 1325 un pueblo modesto. Le dieron el nombre Tenochtitlán o, también, de México. Su política de conquista, su agricultura y su administración transformaron aquel pueblo en la ciudad más grande de la América precolombina.
El templo del Sol fue el mayor templo de la capital azteca. Tenochtitlán fue un gran centro cultural, político y religioso de más de 80.000 habitantes. Cuando llegaron los españoles en 1519, encontraron una ciudad hermosa, enorme, limpia, tranquila y rica. La llamaron la "Venecia de las Américas".
Moctezuma, el rey de los aztecas, recibió a Hernán Cortés, un aventurero extremeño, como a un dios. Pero se equivocó En sólo dos años Hernán Cortés logró destruir la metrópoli azteca con ayuda de otros pueblos enemigos de los aztecas y de una mujer llamada Malinche. Ella tradujo al español el nahuatl, la lengua de los aztecas. De esta lengua nos llegaron palabras como tomate, chocolate, cacao, tabaco o patata.
Hacia el siglo XI los incas crearon un imperio, el Tahuantinsuyo, que llegó a ser, en el siglo XVI, uno de los más grandes del mundo.
Se extendía por lo que es hoy Ecuador, Perú, Bolivia, norte de Chile y de Argentina, y en él vivían unos 15 millones de habitantes. Su capital era Cuzco. Todo el poder estaba en manos del soberano, el Inca. La base de la sociedad era el ayllu, comunidad de familias que cultivaban colectivamente el campo. Hablaban quechua, idioma que aún se habla en las zonas montañosas del Perú. En las montañas de la selva, a 2450 metros de altura, los incas construyeron la ciudad de Machu Picchu.