Tulum y Chichén Itzá fueron centros ceremoniales y de cultos.
Tulum es una fortaleza totalmenta amurallada construida sobre un acantilado,
dominando al mar.
Chichén Itzá está en la selva de Yucatán, en el sureste de México. Allí hay una
pirámide dedicada a Quetzalcóatl, el dios de los mayas. Se representa como una
serpiente con plumas. La pirámide tiene 365 escaleras, tantos como días tiene el
año. En primavera y otoño, al atardecer, la luz del sol crea sobre las escaleras una
sombra larga en forma de serpiente.
A mediados del siglo XV, los aztecas eran el pueblo dominante en el territorio que hoy se llama México. En 1325 los aztecas habían construido la ciudad de Tenochtitlán en medio de una laguna en la zona central de México.
Los aztecas eran un pueblo guerrero, gobernado por un emperador. Cuando capturaban prisioneros los sacrificaban a sus dioses y ofrecían la sangre al dios del sol para que se moviese en el cielo.
Los sacerdotes tenían un gran poder ya que gracias a sus calendarios podían señalar el tiempo adecuado para sembrar y cosechar.
Según la leyenda, los aztecas tuvieron que emigrar de sus territorios en el norte del país. Cuando llegaron al lago Texcoco, vieron en una isla de aquel lago un águila con una serpiente en sus garras. En aquella isla fundaron en 1325 un pueblo modesto. Le dieron el nombre Tenochtitlán o, también, de México. Su política de conquista, su agricultura y su administración transformaron aquel pueblo en la ciudad más grande de la América precolombina.
El templo del Sol fue el mayor templo de la capital azteca. Tenochtitlán fue un gran centro cultural, político y religioso de más de 80.000 habitantes. Cuando llegaron los españoles en 1519, encontraron una ciudad hermosa, enorme, limpia, tranquila y rica. La llamaron la "Venecia de las Américas".
Moctezuma, el rey de los aztecas, recibió a Hernán Cortés, un aventurero extremeño, como a un dios. Pero se equivocó En sólo dos años Hernán Cortés logró destruir la metrópoli azteca con ayuda de otros pueblos enemigos de los aztecas y de una mujer llamada Malinche. Ella tradujo al español el nahuatl, la lengua de los aztecas. De esta lengua nos llegaron palabras como tomate, chocolate, cacao, tabaco o patata.